Reportaje de AMERICA NOTICIAS TV.- 12-03-2017
Falsa agencia sueca
estafó a municipalidades más pobres del país
Supuesta agencia
benéfica prometía ayudar a municipios con proyectos de desarrollo
A 5 horas de viaje en camioneta desde Trujillo, por una
trocha peligrosa, está Santa Cruz de Chuca un pueblito incrustado en la sierra
de La Libertad con apenas 2 mil pobladores. Su gente, la mayoría de ellos mayores de 45 años, viven
del ganado y de sus chacras. Poco o nada sobra en esta zona de extrema pobreza.
Sin embargo, a donde pocas veces llegan las autoridades
del gobierno central o regional; llegó
una supuesta Fundación extranjera que les ofreció ayuda caritativa a través de
un proyecto de inversión de miles de soles “regalados” con el que solucionarían
sus problemas.
“Municipalidades
rurales del Perú profundo tocamos puertas para generar recursos para mejorar la
calidad de vida a veces caemos en instituciones que son estafas”, cuenta a Cuarto Poder el alcalde de Santa Cruz de
Chuca, Mariano Ruiz.
Desde el 2013 hasta el año pasado, cerca de 95
organizaciones, entre municipalidades de las más pobres del país hasta ONGs
fueron contactadas por The Fund Church
Of Sweden Aid (Fund charch of suiden eid), una supuesta fundación
eclesiástica sueca que ofrecía realizar proyectos de inversión en cada
comunidad; entregándoles para esto, millones de soles. La única condición era
que las municipalidades debían presentar los expedientes técnicos de las obras
a ejecutarse.
Una vez aprobados los
expedientes, cada comunidad beneficiaria debía pagar a la supuesta fundación el
1.5% del costo total del proyecto. Así se concretaba la gran estafa, tal como
lo cuenta Mariano Ruiz: “Gastar 50 mil soles para tener anillados en el armario
documentos más caros, por su puesto más caros, mienten para sacar dinero a las
municipalidades; cuántas autoridades quedaron como mentirosos ante la población”.
Es una larga lista de las comunidades, en su
mayoría de zonas muy pobres del país, que desembolsaron miles de soles
esperando el milagro de la multiplicación. Pero nunca ocurrió, nunca recibieron
nada.
“Indignantes que 80 mil soles
vaya a gente que no tiene nombre, estafadores. Cuántos niños, ancianos del Perú
profundo le falta un pan”, comenta Federico Tenorio, director de Cedepas Norte.
“El proyecto nunca se realizó, pasó un año dijeron que habían dificultades,
Suecia no podía regularizar unas firmas”, agregó.
Junto al municipio de Santa Cruz
de Chuca, el Centro Ecuménico de Promoción y Acción Social, Cedepas Norte y el
Instituto de desarrollo regional César Vallejo, son tres de las instituciones
que participaron en la postulación de sus proyectos ante la supuesta fundación
y que cumplieron con los pagos.
“Nos pedían una cuenta específica
en el banco cerramos por gastos administrativos no hubo tal desembolso, no
devolvieron hasta el momento no nos han devuelto el dinero”, dijo Federico
Tenorio, director de Cedepas Norte.
Ninguna de las organizaciones
estafadas tuvo comunicación directa con algún funcionario o representante
sueco, todas las coordinaciones fueron vía correo electrónico. Pero los
depósitos hechos por las 95 organizaciones fueron a nombre de CEPROMUN, ONG
trujillana dirigida por Carmen Salazar, cuya sede funciona en la misma oficina
de la supuesta Fundación sueca.
La directora de CEPROMUN ha
confirmado que fue ella quien le dio a la supuesta fundación europea un espacio
en el local que ocupa, que se ofreciera para ser la intermediaria con las municipalidades,
y que facilitó el número de cuenta de su ONG para recibir los depósitos. Lo que
también ha dicho Salazar es que nunca habló personalmente con ningún
sueco.
“Usted dice que era la
administradora pero se pagaba asímisma; en el convenio nos dice que van a dar dinero para que nos responsabilicemos de
cuales cosas, pero ese dinero nunca lo
enviaron lo usó usted sí”, mencionó Carmen Salazar.
En su defensa, Carmen Salazar
dice que actuó de buena fe confiando en que se trataba de una obra de ayuda
social. “Ellos nos enviaron estos correos. No, no lo vi. Administraba el dinero
de alguien que no sabe si existe parece así; invitamos que vengan, programaban
pero siempre había justificación de no poder asistir”.
Arrumados en un rincón quedaron
todos los expedientes y proyectos presentados por distintas municipalidades del
país. Una rápida mirada a los papeles membretados de la supuesta Fundación da
más sorpresas. Aparece una dirección en Suecia, en Google Maps, se trata de un
restaurante en Suecia.
“Yo me siento víctima, indignada ruego todos
los días para que los delincuentes aparezcan, qué están haciendo con la gente
más débil”, comentó Salazar. La supuesta fundación, cuyos funcionarios suecos
nadie conoce, contrató a dos personas en Trujillo para ser sus representantes.
“El año pasado con Anika Whilhem y Ben Hansom
ellos nos han incorporado como personal. Todo por correo electrónico”, contó
Ana Dionisio – representante de Fundación denunciada.
Ni ellos los conocen y aunque
aseguran que intentaron hablar varias veces vía Skype, las comunicaciones nunca
se concretaron. La supuesta fundación que no tiene una cuenta de correo
corporativa sino un Gmail; no ha cumplido tampoco con pagarles a sus dos representantes.
Cuarto Poder contactó con dos de
los consultores que participaron en la elaboración de los expedientes técnicos
presentados ante esta supuesta fundación de bien social. Ellos, que prefieren
mantener su identidad en reserva por motivos de seguridad, pero que están
dispuestos a dar su versión ante las autoridades; denuncian que habrían sido
extorsionados.
“Días antes de la firma del
convenio me llaman para solicitarme dinero porque decían que estaban mal y los
van a hacer pasar quién te solicito Ana Romero, 6 mil por cada proyecto y la
mitad de lo que nos quedaba para su hermano Dionisio Torres”, indicaron.
Sin embargo, los consultores
muestran el voucher de un depósito de 26 mil 268.65 soles hecho a la cuenta de
Enrique Santiago Dionisio Torres, hermano de Ana.
La Agencia Peruana de Cooperación
Internacional APCI ha recabado pruebas sobre este caso y las ha presentado al Ministerio
Público. Ellos están convencidos de que se trata de una estafa a gran escala.
Documentos del Ministerio de Relaciones
Exteriores habrían confirmado que, las direcciones brindadas por la supuesta
fundación sueca son falsas, y que por lo menos, uno de los nombres de los
funcionarios no existe en los registros públicos de Suecia. A la fecha, el
monto desembolsado por las municipalidades más pobres del país es una suma millonaria.