40 AÑOS DEL TERREMOTO EN ANCASH.
Domingo 31 de mayo de 1970, hora: 3.23 p.m. Terremoto y aluvión en Ancash, causan una de las peores tragedias del Perú, no sólo por la magnitud sino también por la enorme cantidad de pérdidas humanas (69,000) .
Huallanca, no estuvo ajena a esta tragedia, ese domingo gran parte de los pobladores fueron a "Ogopampa" donde se desarrollaba el campeonato local de fútbol, otros en la ciudad seguían expectantes, por radio-emisoras, la inauguración del Campeonato Mundial de Fútbol: Mexico-70.
En el momento del sismo, Huallanca se sacudió y segundos después fue cubierto por una espesa polvareda, producto de la caída de varias casas de tapial. La gente corría despavorida, unos a la plaza de armas para arrodillarse frente a la iglesia que en ese momento amenazaba caerse, pero felizmente sólo sufrió algunas rajaduras en su vieja estructura de ladrillo. otros corrían desorientados buscando a sus seres queridos; la furia de la naturaleza había desatado el caos ya que las réplicas eran seguidas.
Aquella vez se reportó lamentablemente una víctima en Huallanca, y que fue producido por la caída de piedras en las afueras de la ciudad, los daños materiales no fueron muchos, pero igualmente sufrieron por la caída de casi una decena de viviendas, y la gente tuvo que dormir en carpas por muchos días después, debido a la serie de réplicas.
El gobierno del entonces presidente Juan Velasco Alvarado, envió a Huallanca ayuda para los damnificados.
N.R.: Las autoridades deben de considerar estos hechos de la naturaleza para establecer sus políticas de prevención.
Huallanca, no estuvo ajena a esta tragedia, ese domingo gran parte de los pobladores fueron a "Ogopampa" donde se desarrollaba el campeonato local de fútbol, otros en la ciudad seguían expectantes, por radio-emisoras, la inauguración del Campeonato Mundial de Fútbol: Mexico-70.
En el momento del sismo, Huallanca se sacudió y segundos después fue cubierto por una espesa polvareda, producto de la caída de varias casas de tapial. La gente corría despavorida, unos a la plaza de armas para arrodillarse frente a la iglesia que en ese momento amenazaba caerse, pero felizmente sólo sufrió algunas rajaduras en su vieja estructura de ladrillo. otros corrían desorientados buscando a sus seres queridos; la furia de la naturaleza había desatado el caos ya que las réplicas eran seguidas.
Aquella vez se reportó lamentablemente una víctima en Huallanca, y que fue producido por la caída de piedras en las afueras de la ciudad, los daños materiales no fueron muchos, pero igualmente sufrieron por la caída de casi una decena de viviendas, y la gente tuvo que dormir en carpas por muchos días después, debido a la serie de réplicas.
El gobierno del entonces presidente Juan Velasco Alvarado, envió a Huallanca ayuda para los damnificados.
N.R.: Las autoridades deben de considerar estos hechos de la naturaleza para establecer sus políticas de prevención.